Una historia digna de las mejores novelas de espionaje ha sido desvelada, exponiendo el alcance de las operaciones de inteligencia de Estados Unidos contra el régimen de **Venezuela**. En el centro, un audaz plan para "dar la vuelta" al General Bitner Villegas, piloto de confianza de Nicolás Maduro, a quien se le ofreció una fortuna para desviar el avión presidencial. Este episodio revela tanto la determinación de Washington como los límites de la injerencia en las altas esferas de **Caracas**, **Distrito Capital**, **Venezuela**.

La operación, que ha sido descrita por expertos en **seguridad** como un claro ejemplo de la guerra de información y los esfuerzos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) contra regímenes adversos, se gestó en un lugar inesperado: el Aeropuerto Ejecutivo La Isabela en **Santo Domingo**, **República Dominicana**, en abril de 2024. El agente federal **Edwin Lopez**, entonces adscrito a la embajada estadounidense y con una notable trayectoria en desmantelar redes de crimen organizado, recibió un aviso sobre dos aviones de lujo utilizados por Maduro (un Dassault Falcon 2000EX y un 900EX) que estaban en la isla caribeña para mantenimiento.

Inicialmente, la investigación se centró en la incautación de las aeronaves por violaciones a las **sanciones** de EE. UU., ya que el mantenimiento requería piezas y servicios vetados a **Venezuela**. Sin embargo, Lopez concibió un plan mucho más ambicioso. Si Maduro, quien enfrenta cargos federales por narco-terrorismo desde 2020, era un objetivo prioritario, el mejor camino sería a través de su entorno más cercano. El General **Bitner Villegas**, coronel de la Fuerza Aérea Venezolana y piloto regular del líder, se convirtió en el objetivo principal.

Con la aprobación de sus superiores, Lopez logró interrogar a los pilotos en un hangar del aeropuerto. La conversación con Villegas, que comenzó con un tono ligero sobre su servicio militar y los aviones que pilotaba, escaló en tensión. Villegas, un hombre descrito como reservado y de la máxima confianza de Maduro, terminó admitiendo su rol y compartiendo fotografías con los presidentes Chávez y Maduro. **Fue en ese momento que Lopez desplegó su propuesta más arriesgada:** la entrega del presidente venezolano.

La oferta al General Villegas era tentadora e iba más allá del dinero. «Sería un hombre muy rico y amado por millones de sus compatriotas», fue la promesa, con la condición de desviar el avión hacia un sitio seguro para EE. UU., como **Puerto Rico** o la base militar en **Guantánamo Bay**, en **Cuba**. Pese a la negativa inicial, la intriga se mantuvo: Villegas le entregó a Lopez su número de contacto personal, una señal que el agente interpretó como una posible puerta abierta a futuro. **El costo de la lealtad, sin embargo, era inmenso en el contexto del régimen venezolano, conocido por su brutal represión a la disidencia.**

La perseverancia del agente Lopez continuó incluso después de su retiro en julio. Durante 16 meses, las comunicaciones a través de aplicaciones de mensajería cifrada se mantuvieron. La presión se elevó significativamente en agosto de este año, cuando el Gobierno de Donald J. Trump, intensificando la política de máxima presión, duplicó la recompensa por la captura de Nicolás Maduro a **$50 millones de dólares**. Lopez, intentando capitalizar el anuncio del Departamento de Justicia de EE. UU. (The Justice Dept.), envió un texto directo a Villegas: **"Todavía estoy esperando por tu respuesta"**, junto con el enlace del comunicado oficial.

El plan, que rozaba la película de espías, llegó a su fin en septiembre. En un tenso intercambio por mensaje, Lopez presionó con una foto de la reunión secreta en **República Dominicana**, pero Villegas se mantuvo firme. **"Nosotros los venezolanos estamos hechos de otra pasta"**, respondió, agregando que "Lo último que somos es traidores". Momentos después, el piloto bloqueó el contacto del exagente, sellando el fracaso de la operación.

Como último recurso, opositores venezolanos en el exilio y Lopez coordinaron un movimiento para sembrar la duda sobre la lealtad del piloto, publicando en X (antes Twitter) un mensaje de cumpleaños irónico con la foto de Villegas y Lopez (este último recortado). La jugada surtió efecto inmediato, provocando el regreso inesperado de un avión presidencial a la capital venezolana, en lo que pareció ser una **revisión de lealtades de emergencia** ordenada por **Caracas**. Días después, el propio Villegas apareció en televisión junto al Ministro Diosdado Cabello, quien lo confirmó como un «patriota infalible», cerrando el telón a una de las operaciones encubiertas más audaces de los últimos años.

Ilustración o fotografía simbólica sobre la fallida operación de EE. UU. para capturar a Nicolás Maduro.

Imagen enviada por **Elsa Guzmán** (lectora)

Fotografía del piloto de Nicolás Maduro que iba a ser utilizado en la operación fallida de captura.

Imagen enviada por **Héctor Valencia** (lector)

Imagen del ex-piloto o figura clave en la trama de la operación fallida de captura de Maduro.

Imagen enviada por **Renato Castillo** (lector)