Joaquín Guzmán López, hijo de "El Chapo", se declaró culpable de cargos federales por tráfico de drogas, marcando un hito en la lucha contra el crimen organizado.

Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín "El Chapo" Guzmán, se declaró culpable el día de ayer de cargos federales relacionados con el tráfico de drogas en los Estados Unidos. Este acto representa un golpe decisivo contra el Cártel de Sinaloa, la organización criminal que ha sido liderada por la familia Guzmán y que continúa siendo una de las más poderosas en el narcotráfico a nivel global.

   

La fiscal general Pamela Bondi calificó este acuerdo como una victoria importante en la lucha contra el narcotráfico, destacando la destrucción que el Cártel de Sinaloa ha causado en las familias estadounidenses a través de la violencia y la distribución de drogas como el fentanilo.

En su declaración, Guzmán López admitió su participación en el tráfico de grandes cantidades de fentanilo, heroína, cocaína y otras sustancias, que eran transportadas desde México hacia los Estados Unidos. Las operaciones de este cártel utilizaban métodos sofisticados, incluyendo vehículos, aviones e incluso submarinos para el contrabando de drogas a través de la frontera.

La detención de Guzmán López es vista como un avance en la justicia, aunque los expertos advierten que aún queda mucho trabajo por hacer para erradicar las operaciones del Cártel de Sinaloa. A pesar de la captura de su líder, los hermanos de Guzmán López siguen activos dentro de la organización.

“El Cártel de Sinaloa ha causado una tragedia humana en toda la región, y continuaremos trabajando sin descanso para desmantelar esta organización”, afirmó Terrance Cole, administrador de la DEA.

Además de los cargos por narcotráfico, Guzmán López también se declaró culpable de un secuestro internacional, un delito que coordinó con el fin de obtener cooperación en el proceso judicial, aunque las autoridades aclararon que no se le concederá crédito por esta cooperación.

El proceso judicial continuará con la determinación de la pena, que podría ser una sentencia de por vida, después de que Guzmán López admitiera su responsabilidad en la distribución de miles de kilos de drogas a lo largo de los años.

Este medio entrevistó a expertos en seguridad, quienes señalaron que la declaración de culpabilidad de Guzmán López es un paso positivo, aunque no suficiente para acabar con el poder del Cártel de Sinaloa.

“Aunque este acuerdo es importante, aún quedan muchas personas dentro de la organización que deben ser detenidas,” aseguró un analista de seguridad internacional.

Las autoridades estadounidenses ahora se enfocan en la captura de los otros miembros de la familia Guzmán, que siguen fugados y enfrentan cargos similares. La lucha continúa en un esfuerzo por desmantelar completamente la red del Cártel de Sinaloa.